GUÍA PARA QUE PUEDAS TRANSFORMAR TU AULA.
Si me pongo a soñar acerca de cómo me gustaría que fuera el sistema educativo público me viene a la mente Montessori, será porque soy una enamorada de esta pedagogía, aunque soy consciente que no le gusta a todo el mundo. Entonces, pienso en escuelas públicas con libertad de elección en cuanto a la pedagogía que siguen, eso sería ideal, poder elegir un cole para tus hijos que dependa más de su metodología y no tanto de otros factores.
Hoy quiero escribir sobre cómo es un cole Montessori y cómo se podría adaptar a nuestro sistema público, ya hay aulas y maestras que están haciendo ese cambio.
Un cole Montessori necesita, lo primero, maestras formadas en la pedagogía, así pues deberían ser Guías formadas, o al menos tener algún tipo de formación al respecto, es lógico, como cualquier otra disciplina necesita una formación, ya que para poder ejercer se necesita una gran transformación interior que se lleva a cabo durante la formación de Guía. Se necesita un cambio de la mirada hacia los niños y niñas. Se necesita una mayor confianza en ellos, y por tanto, estar preparada para darles mayor libertad y autonomía de la que se les permite en la escuela tradicional. Os cuento un ejemplo real, el otro día me contaba una amiga que su hijo de 1º de Primaria, casi 7 años, no se pudo limpiar al ir al baño porque se le había olvidado coger el papel. ¿Cómo? me extrañé yo. -¿No tenéis papel en el baño? – No -le dijo él – el papel está en el aula y allí lo cogemos para ir al baño. ¡¡¡Menuda sorpresa la mía!!! ¿Cómo entendemos esto? Los niños de 1º de primaria parece que no están preparados ni se confía en ellos para que tengan papel en los baños, supongo por si hacen mal uso de él, esto es una falta de libertad y de confianza tremenda. Esto hace que en etapas posteriores estén tan contenidos los niños que cuando les das un poco de libertad se revolucionen porque no saben qué hacer con ella, no saben gestionarla. Esto no ocurre en un aula Montessori. Los niños desde los 3 años van solos al baño y cuando lo necesitan, sin pedir permiso, y tienen a su alcance todo lo necesario para su aseo personal. Este es sólo un ejemplo pero podría poner muchos más.
Para poder cambiar la mirada hacía el niño se necesita una gran transformación interior. Lo primero es la preparación del adulto que acompaña a los niños. Una vez la maestra está preparada para el cambio nos ponemos manos a la obra. Montessori necesita la mezcla de edades para que se dé una socialización más rica entre los niños, en la etapa de infantil, es decir, de los 3 a los 6 años, los niños están juntos y a ese aula la llamamos “Casa de niños”, viene de la “Casa dei bambini” que María Montessori creó para los niños con los que inició su método. Se trataba de hacer un aula en la que los niños se sintieran como en su propia casa, era realmente una casa de niños, donde todo está a su alcance y pensado para ellos. En el sistema público actual no es posible mezclar edades, así que tendríamos que adaptar cada aula y poner material adecuado para cada edad, se puede hacer aunque no es lo ideal porque se pierden los beneficios, cómo los de 6 años ayudan a los de 3 y se pierde el que cada niño lleve su propio ritmo porque es posible que uno de 4 necesite un material de menos edad o de más.
El siguiente punto sería recomponer la estructura del aula, fuera tantas sillas y mesas, no una por niño y no cada mesa marcada con el nombre del niño. Lo ideal es que haya 1/3 de mesas de los niños que hay en clase, por ejemplo, para 25 niños unas 8 mesas. Sillas sí que habrá una para cada niño pero no es necesario ponerlas todas, ya que es más importante que haya espacio para moverse libremente por el aula y tanto mueble que dificulta el movimiento, además, será poco probable que estén todos los niños sentados al mismo tiempo trabajando, hay muchos materiales que se trabajan en alfombras en el suelo. En el único momento que se necesita estar todos sentados con la guía o maestra lo hacemos en el suelo, y son los momentos de asamblea.
Otras características que debería tener el ambiente ideal y que podemos intentar conseguir en la medida de lo posible son:
- Un ambiente bello y limpio.
- Con luz natural y paredes de color blanco
- Con salida al exterior de forma libre, no al patio, sino a una terracita donde estén algunos materiales de vida práctica.
- Sólo se pone un material de cada, para que los niños aprendan a esperar cuando otro lo esté usando.
- Todo ordenado siguiendo las áreas que luego os cuento.
- Todo al alcance de los niños.
- No se usan materiales de plástico ni de juguete, todo es real para que el niño sepa cuidar de ellos. Las jarras y vasos para beber agua son de cristal, si se rompen, se recogen y se limpia, para ello está el adulto custodiando. Los niños así aprenden a tratar los materiales más frágiles.
En Montessori tenemos 4 áreas básicas donde se incluyen todos los materiales y aspectos a trabajar con el niño, son: vida práctica, sensorial, lenguaje y matemáticas. El aula deberá estar ordenada según estas 4 áreas. No voy a extenderme en materiales porque ya escribí un post sobre esto: “Material Montessori por edades”
1. Vida práctica.
Son los primeros materiales que se muestran a los niños cuando entran al ambiente con 2 años y medio o 3. Son ejercicios para mantener el ambiente limpio, aseo personal, gracia y cortesía (relaciones sociales) y ejercicios de trasvase de líquidos y sólidos. También incluimos todo lo relacionado con arte y educación plástica.
2. Sensorial
Es todo aquel material que le ayuda al niño a trabajar con sus sentidos, tiene el propósito de desarrollar sus percepciones sensoriales y refinarlas. Pondremos material para cada uno de los sentidos y dependiendo del aula adaptado a la edad, ya que no será posible la mezcla de edades. Incluimos aquí también geografía e historia.
3. Lenguaje. Son los materiales destinados a la adquisición y perfeccionamiento del lenguaje oral y posteriormente escrito. Empezamos con materiales destinados al enriquecimiento del vocabulario, después lenguaje escrito y lectura, el fin último de la lectura será la comprensión lectora. Estos materiales los elabora la guía en función de su aula.
4. Matemáticas. Es el área que se trabaja más tarde ya que los niños suelen estar preparados para las matemáticas a partir de los 5 años, por lo tanto hasta el aula de 2º de infantil no haría falta poner mucho material de matemáticas. El material de las distintas áreas hay que elaborarlo o comprarlo, cada material tiene una forma precisa de presentárselo al niño. Como ya he dicho antes, se tiene sólo un material de cada por aula. En esta entrada no puedo contar qué materiales tendremos que elegir para cada aula y como presentarlos porque sería muy extenso.
Si estás interesada en dar un cambio Montessori a tu aula puedes contactar con nosotros y podemos orientarte personalmente.
Para mí, lo más importante en un aula Montessori es la mirada al niño, la forma de acompañarle en su día a día.
- Los niños van entrando al aula por la mañana conforme llegan, no se hace asamblea todos los días, cuando llegan la guía saluda y el niño ya se dirige a elegir el material con el que quiere trabajar.
- Un día a la semana o en los momentos que se necesite la guía reúne a todo el grupo y hacen asamblea para hablar de aspectos que se necesiten tratar.
- No hay castigos ni recompensas. Los castigos no funcionan y degradan al niño. Las recompensas no son necesarias porque el niño se da cuenta por sí sólo de las cosas que va haciendo bien, y eso ya es en sí mismo una recompensa intrínseca para él.
- El material Montessori es auto correctivo, es decir, si el niño no lo hace bien el mismo material se lo indica y probará a hacerlo de nuevo hasta que le salga, es un material que invita a la repetición y a la concentración, por lo tanto, no se corrige nunca a los niños porque cuando estén preparados para ver su error lo verán por ellos mismos y si no están preparados de nada sirve corregirles.
- La guía debe conocer todo el material y saber cómo se utiliza y cómo presentarlo al niño.
- Las presentaciones son individuales. La guía, mediante la observación previa y la edad del niño, elige qué materiales pueden ser aptos para cada niño. Debe de tener un registro de cada niño con todos los materiales e ir indicando cuales le ha mostrado y si los tiene superados o no, es una forma de ver el progreso del niño.
- No se le evalúa ni se le dan notas numéricas, pero sí que la guía lleva un registro de lo que va trabajando cada niño para posteriormente informar a los padres o para las evaluaciones del centro.
- ¿Cómo se hace una presentación? La guía llama al niño y le pide que le acompañe a la estantería donde está el material que le va a mostrar. Le pide al niño que lo coja y lo lleve a una mesa o alfombra. Allí la guía, le muestra con movimientos lentos y precisos cómo se utiliza, después le pide que lo haga él. Mientras el niño lo hace ella puede irse y dejarle sólo con el material. Así va haciendo presentaciones individuales a cada niño.
- Los niños eligen libremente qué material hacer, siempre y cuando se les haya presentado. Tienen libertad de movimiento, de elección de trabajar o no, de ir al baño, de comer y beber cuando quieran. No hay un horario de almuerzo, en el aula hay un espacio destinado a almorzar y allí se pone una bandeja con el almuerzo del día y el agua. Cada niño va a almorzar cuando lo necesite.
Para finalizar y a modo de resumen unas pinceladas de cómo sería el manejo diario del aula:
- Acercarse al niño con una actitud positiva cada nuevo día, da igual lo que haya pasado otros días con un niño en concreto.
- Reconocer que cada niño es diferente.
- Respetar la dignidad de los niños, hablándoles de forma adecuada y si hay que hacer algún comentario a su comportamiento hacerlo en privado.
- Mostrar satisfacción con el progreso del niño.
- Ayudarles sólo cuando nos lo piden.
- Creer y confiar en el niño.
- No compararles.
- Observar, esperar y actual. No reaccionar.
- Siempre interrumpir y re-direccionar conductas disruptivas. Los niños necesitan del adulto para gestionar sus conflictos. Necesitan un modelo adecuado de comportamiento ante los conflictos.
- Ponerse a nivel del niño, manteniendo el contacto visual y hablando en voz cálida y suave.
- Evalúate a ti misma al final del día.
- La duración ideal del tiempo de clase son 3horas por la mañana.
- Promueve la independencia de los niños.
- Establece límites desde el primer día y sé coherente con ellos.
Creo que aquí os he mostrado unas pinceladas sobre cómo se aplica Montessori, soy consciente que falta mucha información pero me resulta imposible contarlo todo porque sería muchísima información de golpe. Me encantaría saber que en muchos colegios las aulas de infantil se van transformando en aulas en las que los niños pueden moverse y trabajar de formas distintas. Donde no hay castigos y donde no están sentados haciendo fichas, dónde no tienen que pedir permiso para ir al baño y pueden elegir si sentarse o estar de pie y dónde sentarse. Si no es Montessori que sea otra pedagogía pero ojalá vayamos, entre todos, cambiando la forma de relacionarnos con nuestros niños, ellos lo esperan así de nosotros. Cualquier duda o si necesitáis más información no dudéis en poneros en contacto con nosotros.