ENSEÑAR LAS HORAS SEGÚN MONTESSORI
Llega un momento en el que casi todos los niños, alrededor de los 4 o 5 años, piden un reloj. Les llama mucho la atención ese objeto que llevan casi todos los adultos y que les pone en contacto con el tiempo. Ahora aún les llama más la atención porque llevamos “pulseras inteligentes” que nos dicen más cosas que los relojes antiguos.
En Montessori hay una presentación especial para enseñar las horas a los niños, os cuento cómo lo hacemos en Montessori para que podáis aplicarlo con vuestros hijos e hijas.
La presentación del “Reloj Montessori” forma parte del apartado “Extensiones del lenguaje”, por tanto es un área del lenguaje, en la que también incluimos las materias de geografía, biología, historia, ciencia y expresión. Concretamente el reloj está dentro de Historia.
Consideramos muy importante introducir al niño de infantil en estas materias porque le ponen en contacto con la realidad y le permiten vincularse más a ella, y esto es un aspecto determinante en el desarrollo de su personalidad.
El apartado de Historia nunca se da como un conjunto de fechas y acontecimientos que los niños deben memorizar, sino como la historia del hombre y las distintas formas que el éste ha inventado para poder cumplir sus necesidades a lo largo del tiempo.
En los primeros 6 años de vida, el niño forma un concepto del tiempo, vive únicamente en el presente. A veces, entre los 3 y los 4 años el niño comienza a hablar de cosas que le sucedieron en el pasado, este será su primer contacto con la historia, su historia de vida. Al hablar del pasado nos indica que está comenzando a ser consciente de sí mismo, pero aún no tiene formado el concepto de tiempo. Con niños menores de 5 años no es buena idea hablarles de futuro porque aún no lo entienden y porque debemos permitirles vivir su presente. Si tenemos un acontecimiento dentro de unos días es mejor no decírselo hasta que llega el momento porque no lo va a entender.
A partir de los 5 años, aproximadamente, el niño ya podrá prever lo que va a pasar mañana o un poco más adelante. Cuando sintamos que el niño entiende el concepto “mañana” y conoce los números del 1 al 12 se le puede presentar el reloj para introducir el concepto de cómo medimos el tiempo. También se le introduce el calendario cuando tenga idea de lo que es un día, una semana, un mes, etc.
En el apartado de Historia en casa de niños además del reloj se da: “la línea del tiempo de la vida del niño”, “celebración del cumpleaños” y “calendario”.
El Reloj.
La edad ideal es entre los 4 y 4 años y medio, siempre y cuando, como he dicho antes, tengan claro el concepto de “mañana”, conozcan los números del 1 al 12.
Necesitamos un reloj de pared o de mesa al que le quitamos el plástico de arriba para poder mover las manecillas. Lo ideal es que sea grande y con manecillas y números que se puedan quitar y poner.
Os dejo el link directo al reloj montessori aquí.
También necesitamos los números del 1 al 12 en una canasta o caja.
Presentación 1. Números.
La primera aproximación es mostrarle el reloj sin los números e ir diciéndole cómo se colocan los números en los orificios, cada uno en su lugar. Si no disponemos de un reloj en el que se puedan quitar los números, únicamente se los mostramos y que vaya tocando y diciendo cada número.
Presentación 2. Manecillas.
Puede ser en el mismo momento en el que le mostramos los números o al día siguiente, depende cómo veamos al niño de interesado.
Le decimos: “Te voy a mostrar las manecillas del reloj, la más larga se llama minutero y sirve para marcar los minutos, la más corta se llama horario y sirve para marcar las horas.”
Si el niño pregunta qué es un minuto le podemos decir que es un pedacito de tiempo..
Lo primero que le enseñamos es a leer la hora en punto: “Cuando el minutero está señalando las 12 y el horario señala las 3 decimos que son las 3 en punto.”
Antes de decirle esto desplaza las manecillas en sentido horario para poner la hora que le va a mostrar. Hace lo mismo con varios ejemplos de horas en punto. Al final marcamos horas y le pedimos que nos las diga.
Cuando esto lo entiende le enseñamos qué es un minuto. Con la ayuda de un cronómetro contamos un minuto, durante el cual le pedimos al niño que aplauda y le diremos cuando termina. Cuando pase el minuto le pedimos que pare y le decimos: “Todo el tiempo que has estado aplaudiendo es un minuto”.
Presentación 3. Hora y media.
Otro día, primero revisamos que recuerde la hora en punto pidiéndole que marque las 2 en punto, por ejemplo.
Después le decimos: “Cuando el minutero señala las 6 y el horario señala las 2 , el reloj marca las 2 y media”. hace el movimiento correspondiente con las manecillas moviéndolas en el sentido horario. Le da más ejemplos y al final le pide que ponga el las horas.
Presentación 4. Hora y cuarto.
Nos aseguramos que conozca todo lo anterior y le decimos: “Cuando el minutero señala el 3 y el horario señala el 1, el reloj marca la 1 y cuarto”. Mueve las manecillas del reloj para colocar esa hora, le da más ejemplos y termina pidiéndole que marque él varias horas.
Presentación 5. Hora menos cuarto.
Revisa las anteriores.
Le decimos: “Cuando el minutero señala las 9 y el horario está un poco antes del 12, el reloj marca las 12 menos cuarto”. Hace todo lo mismo que en las anteriores.
Presentación 6. Movimiento de las dos manecillas simultáneamente.
Le preguntamos al niño: “¿ Recuerdas en qué sentido se mueven siempre las manecillas del reloj? Mientras el minutero da toda una vuelta, el horario sólo pasa de un número al siguiente.”
Movemos las manecillas simultáneamente para que lo vea, le ponemos unas horas para que las diga.
Y esto sería todo con respecto al reloj analógico. Después podemos pasar a enseñarle la hora en un reloj digital.
Os dejo un link aquí de un sello de madera, con el que el niño puede practicar tantas veces como necesite poniendo los números y marcando horas en digital o analógico.
Os animo a que practiquéis con vuestros hijos e hijas, van a ser súper felices de saber leer un reloj.
Por Meritxell Blasco Pardos
Guía Montessori para niños de 3 a 6 años. Formación AMI y psicología