En un entorno Montessori, la educación va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Se trata de fomentar la independencia, la responsabilidad y el aprendizaje práctico. En todas las áreas trabajamos estos aspectos, pero una en la que más evidente se hace es en Vida Práctica. Este área se centra en proporcionar a los niños oportunidades para aprender habilidades prácticas y esenciales que les permitirán desenvolverse de manera autónoma en su vida diaria.
La vida diaria está llena de actividades que a menudo damos por sentado como adultos, pero para los niños, estas actividades representan oportunidades cruciales para aprender y crecer. El enfoque de Vida Práctica en un aula Montessori se basa en la idea de que los niños tienen un profundo deseo de participar en la vida de los adultos y de su entorno. Esta participación no sólo les permite sentirse valorados, sino que también contribuye al desarrollo de habilidades motoras, cognitivas y emocionales.
Uno de los aspectos donde esta área cobra vida es en el uso de los materiales reales, como los cuchillos. En este artículo exploraremos cómo con ellos los niños pueden aprender valiosas habilidades culinarias y de seguridad mientras desarrollan su autonomía.
- La importancia de la seguridad y la autonomía.
La selección cuidadosa de materiales de uso cotidiano es un componente clave. Los materiales deben ser adecuados para el tamaño y las capacidades de los niños, así como seguros y funcionales, pero también deben ser reales, no de juguete. Así pues, como primer paso tenemos que establecer una base sólida mostrándoles a los niños los riesgos y las precauciones al manipular ciertos objetos.
Los cuchillos desempeñan un papel importante al proporcionar a los niños oportunidades para desarrollar habilidades de corte, coordinación ojo-mano y concentración, mientras trabajan con objetos familiares y significativos.
- Cuchillos para untar: desarrollando habilidades motoras finas.
Los cuchillos de untar son la introducción perfecta para los niños en el mundo de los cuchillos. Al extender mantequilla, crema de cacahuete, hummus u otros untables sobre pan, los niños ejercitan sus habilidades motoras finas y aprenden la importancia de la coordinación ojo-mano.
- Cuchillos de seguridad o autonomía: Aprendizaje con borde redondeado
Para los niños más pequeños, entre los 2 y 3 años, podemos introducirles en la actividad de cortar frutas con cuchillos de borde redondeado y punta roma. La seguridad es tan importante como la independencia y con este tipo de cuchillos tenemos los dos aspectos asegurados.
Los cuchillos pequeños y seguros para frutas y verduras permiten a los niños explorar diferentes texturas y formas. Los niños pueden participar en la preparación de su propio almuerzo al cortar frutas y verduras. Esto no solo fomenta su independencia, sino que también despierta su interés por una alimentación saludable.
En un aula Montessori los niños suelen tomar un snack a mitad de mañana, normalmente compuesto por frutas y frutos secos. Suele estar disponible en el área de alimentación para que los niños se acerquen a tomarlo cuando lo necesiten. Podemos incluir una actividad a principio de la mañana que consiste en que ciertos niños preparen este snack para todos.
- Presentación: Cortar frutas
Como he dicho al principio, antes de permitirles cortar frutas y verduras debemos mostrarles cómo se utiliza un cuchillo de forma segura. Para ello tenemos una actividad en el aula que se llama “Cortar frutas”, está compuesta por una bandeja con una tabla de cortar, un cuchillo de fruta, una fruta que suele ser un plátano, una servilleta de papel y un plato para servir.
Cuando vemos al niño preparado para cortar con cuchillo le invitamos a la actividad, llevamos la bandeja a una mesa y le mostramos cómo coger el cuchillo, explicando que los cuchillos tienen un filo que corta y nunca deben cogerse por ese lado, siempre se cogen por el mango. Le mostramos cómo cortar. Pelamos el plátano y cortamos unas rodajitas, después le pedimos que continúe él. Vamos colocando las rodajas de plátano en el plato y cuando termina le decimos si quiere comer algunas y el resto las llevamos a la mesa donde se deja el snack.
La actividad termina fregando la tabla de cortar y el cuchillo.
A medida que los niños ganan experiencia, pueden avanzar hacia la preparación de alimentos más complejos, promoviendo la creatividad y el sentido del logro. Pueden cortar pepinos, manzanas, huevo duro, queso y cualquier otro alimento, siempre y cuando vayamos a comerlo después. Siempre que esté unida la actividad a la funcionalidad de la misma.
- Aprendizaje integral y desarrollo personal.
El uso apropiado de los cuchillos en un aula Montessori trasciende las habilidades culinarias. Los niños aprenden valiosas lecciones sobre seguridad, paciencia y concentración.
Los propósitos fundamentales son desarrollar las siguientes habilidades:
- Coordinación ojo-mano. Al cortar, los niños deben coordinar sus movimientos visuales con los de sus manos. Esto mejora su destreza y precisión también en otras actividades.
- Concentración. La tarea de cortar requiere enfoque y concentración. Los niños aprenden a prestar atención a los detalles y a llevar a cabo tareas con paciencia y cuidado.
- Independencia. A medida que los niños adquieren habilidades de corte y seguridad, pueden realizar tareas que antes les parecían inalcanzables. Esto fomenta un sentido de independencia y autoconfianza.
- Respeto por el entorno. Al trabajar con cuchillos y otros materiales cotidianos, los niños desarrollan un mayor respeto por su entorno y la importancia de manipular herramientas con cuidado y responsabilidad.
Como conclusión, me gustaría mencionar que el uso de cuchillos en un ambiente Montessori ofrece a los niños oportunidades únicas para aprender y crecer. Desde habilidades motoras finas hasta la seguridad y la autonomía, esta experiencia enriquece su educación de manera integral.
Al cultivar la confianza y la responsabilidad desde una edad temprana, los niños se preparan para enfrentar el mundo con habilidades prácticas y una mentalidad segura.
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Por Meritxell Blasco Pardos
Guía Montessori para niños de 3 a 6 años. Formación AMI y psicología.
