Los conflictos son inherentes a la vida, el problema no es tener conflictos sino no saber
resolverlos.
En las escuelas se enseñan muchas cosas pero hay carencias en muchas áreas que son
sencillamente imprescindibles para aprender a vivir y vivir bien, como educación
sexual, financiera y resolución de conflictos entre muchas otras (alimentacion, valores,
ecología, educación emocional, habilidades sociales, etc…) Es muy importante que los
niños entiendan que problemas siempre van a tener, que aprendan a verlos como
oportunidades y darles herramientas para resolverlos.
Todos nos damos cuenta como en las escuelas hay cada vez más problemas de
comportamiento y de relación entre los niños, y somos conscientes que tenemos que
tomar medidas para prevenir y tratar esta situación, no podemos cerrar los ojos y dejar
pasar las cosas que ocurren porque se agravarán. En este post propongo una técnica de
resolución de conflictos muy efectiva y que se utiliza también en otros ámbitos: la
mediación.
La mediación escolar es un proceso en el que una persona imparcial, el mediador,
facilita las condiciones para que los niños que han vivido un conflicto tengan la
oportunidad de analizar distintos puntos de vista y llegar a un acuerdo satisfactorio, sin
recibir ninguna presión.
Cuando en un centro se decide emplear esta técnica hay que formar al profesorado y a
los alumnos que formarán parte del grupo de mediadores. Es muy útil y genera
resultados muy satisfactorios cuando es un alumno el que media entre otros dos porque
lo perciben más cercano y actúa como modelo.
¿En qué situaciones se puede mediar? Cuando un conflicto no lo puedan solucionar
ambas partes por sí mismas se solicita la figura del mediador, que como ya he dicho
será un profesor o alumno formado en mediación. Los conflictos más frecuentes en los
que se utiliza la mediación son: faltas de respeto, insultos, amenazas, peleas, amistades
deterioradas y agresiones físicas. Se puede mediar tanto entre alumnos, como alumno-
profesor, padres-profesor.
Las fases en un proceso de mediación son:
1. Presentación: Se explica cómo se va a realizar y se crea confianza en ambas
partes.
2. Cuéntame: Cada persona cuenta su versión de la situación y expresan como se
han sentido.
3. Aclarar el problema: El mediador identifica y verbaliza en qué ha consistido el
conflicto y los intereses de ambas partes.
4. Proponer soluciones: Se buscan posibles vías de solución y se llega a un acuerdo.
Para poner en marcha un servicio de mediación en un centro educativo, se necesita que
la mayoría esté de acuerdo, que exista un coordinador del proyecto y formar a los
profesores y alumnos que serán mediadores.
Personalmente, me parece un recurso excelente para solucionar conflictos en un centro
escolar, porque además de llegar a acuerdos positivos para ambas partes enseñamos a
los niños una forma de comunicación y de relación positiva. Si no se pone en marcha
un recurso como la mediación, al menos, en los centros escolares tendría que haber un
grupo formado por profesores, alumnos y padres encargados de la resolución de
conflictos, que se encargaran de cualquier problema que ocurra en el centro. Es
necesaria esta herramienta en la actualidad, no podemos dejar a los niños desprotegidos,
les gusta y necesitan sentirse atendidos y escuchados, sus emociones y conductas a veces se
desbordan, al igual que las de los adultos. Lo que aprendemos en la infancia nos va a
acompañar el resto de nuestras vidas, y durante toda nuestra vida vamos a tener
relaciones interpersonales.