Cuando el niño llega al ambiente de Casa de niños todavía tiene una mente absorbente pero en una etapa más consciente. El lenguaje que ya se ha iniciado continúa desarrollándose. Es una etapa en la que ya habla y no habrá más explosiones de habla, pero sí habrá explosión de la escritura y explosión de la lectura.
En el ambiente Montessori el niño explorará el área de lenguaje de la misma manera que las otras áreas, es decir, por medio del movimiento con actividades, presentaciones y juegos.
En Montessori, a diferencia de en otras corrientes educativas se inicia con el aprendizaje de la escritura y después la lectura. Esto es así porque cuando el niño muestra un gran interés por las palabras y los sonidos que la componen, no tiene el suficiente desarrollo motor fino como para poder utilizar una herramienta de escritura como el lápiz o el bolígrafo. Es por esto que iniciamos la escritura con el alfabeto móvil, que son unas letras de madera recortadas con las que el niño puede escribir.
- Escritura
Antes de comenzar con la escritura se prepara al niño tanto de forma indirecta como directa con una serie de materiales. La preparación indirecta para la escritura son los “resaques metálicos”, son unas figuras geométricas que el niño traza y hace dibujos con ellas. También se utiliza como preparación indirecta tanto para la escritura como para la lectura el juego del “Yo veo” o “veo-veo”. Este juego consiste en pensar un objeto que ves y decirle al niño el sonido por el que empieza, el niño tiene que adivinar de qué objeto se trata. En Montessori no decimos el nombre de las letras, sino el sonido, por ejemplo, no decimo “eme”, sino mmm.
La preparación directa para la escritura la hacemos con dos materiales: “letras de lija” y “alfabeto móvil”. Las letras de lija son unas tablas de madera con las letras en minúscula y cursiva impresas en lija para que el niño las toque y las trace con las yemas de sus dedos. Con este ejercicio va grabando en su mente cuál es el trazo de cada letra y lo asocia a su sonido. Cuando tiene casi todas las letras memorizadas ya puede pasar a escribir con el alfabeto móvil.
Cuando el niño ya sabe escribir con el alfabeto móvil, vemos que es capaz de formar palabras e incluso frases, comienza ya su aprendizaje de la escritura, siempre en minúscula y cursiva. Antes de escribir con lápiz y papel, el niño escribirá con tiza en pizarras porque en ellas puede escribir y borrar fácilmente y puede ensayar y hacerlo cada vez mejor, borrando aquello que no le gusta. Una vez vemos que escribe en las pizarras ya pasamos a mostrarle el papel en el que puede escribir, primero pequeños papeles para escribir palabras, después frases y por último cuartillas para que haga escritura creativa y haga sus propias composiciones. El papel que utilizamos en Montessori en un papel con unas líneas especiales.
Como ya he dicho al niño le mostramos desde el primer momento la letra minúscula y en cursiva porque María Montessori observó que los niños cuando empiezan a hacer trazos los hacen curvos o circulares, no hacen líneas rectas. La letra de imprenta es más rápida pero requiere de líneas rectas y círculos cerrados lo cual es más difícil para el niño. Los trazos continuos se asemejan más al pensamiento hilado del ser humano. El pensamiento fluye mejor con la letra cursiva. Si a un niño le enseñas a leer con letra cursiva después leerá sin dificultad la letra de imprenta pero al revés no será tan sencillo.
- Lectura
Un niño en Montessori empieza a escribir antes de que pueda leer. Para poder leer se necesita una maduración cerebral superior que para la escritura, es por eso que el niño puede formar palabras que aún no lee. Nunca le hacemos leer con el alfabeto móvil, es sólo un material de escritura.
La escritura es el análisis de los distintos sonidos de la palabra. La lectura es la síntesis de los sonidos de una palabra, es un proceso más complejo.
Primero iniciamos una lectura mecánica con un material elaborado por la guía que está compuesto por objetos y tarjetas con el nombre de los objetos. El niño debe leer la tarjeta y asociarlo al objeto. También elabora libritos que el niño lee y posteriormente un material similar pero con dificultades ortográficas (z, c, qu, x, g, j, etc.).
Seguimos con la función de las palabras, consta de varios ejercicios en los que el niño se da cuenta de la importancia de la colocación de las palabras en una oración y como combinando la composición de las palabras cambia el significado de la frase. Trabajamos con el artículo, adjetivo, verbo, adverbio, preposiciones y conjunciones.
Después pasamos a un apartado que llamamos estudio de la palabra, en el cual, por medio de ejercicios de lectura y clasificación le mostramos masculino-femenino, singular-plural, sufijos y prefijos, palabras compuestas, palabras homógrafas, homófonas y todo lo referente al estudio de los animales.
Por último, llegamos a la lectura total, es cuando el niño comprende completamente lo que está leyendo, tanto el significado de lo que lee como la parte emocional y lo que quiere transmitir el autor. El fin último de la lectura es que el niño entienda un texto y lo sepa interpretar.
Los adultos tenemos una enorme responsabilidad con los niños con los que trabajamos, para que puedan llegar a construir las miles de palabras que les permitirán expresarse y desarrollar su personalidad, es decir, dejar en el mundo el legado que quieren compartir. A través del lenguaje los seres humanos podemos compartir nuestras esperanzas y aspiraciones, nuestras dificultades y frustraciones, podemos resolver tensiones que se producen en nuestras relaciones y podemos construir una sociedad diferente con el poder de la comunicación. Nuestro sistema de pensamiento se traduce en palabras, tanto escritas como orales. Tenemos una gran responsabilidad de enseñarles un buen uso de nuestro lenguaje a los niños y niñas.